El objetivo de una instalación de tuberías de agua es aportar y distribuir el agua a los puntos de consumo dentro de la edificación, como por ejemplo alimentar el sistema de calentamiento de agua para uso de sanitarios y de otras instalaciones que así lo requieran como calefacción, refrigeración, protección contra incendios, riego de jardines, etc.
El suministro de agua es una red que funciona a presión y que puede venir de una red urbana a través de un grupo de presión situado en la edificación.
Una instalación de tuberías de agua puede dividirse en tres partes:
• Derivación de piso: Red de tuberías horizontales que distribuye el agua a los puntos de consumo llamados cuartos húmedos como baños, cocinas, etc.
• Montantes: Son la tuberías verticales que llevan el agua desde la planta baja o sótano a los pisos superiores.
• Distribuidores: Son las tuberías horizontales que realizan la distribución del agua de la red urbana por la parte baja de la edificación hacia las montantes.
Es importante mencionar que el ramal que distribuye el agua a cada uno de los aparatos tenga una llave de paso para aislarlo de la instalación en caso de una fuga o reparación.
Los reguladores de presión sirven para ajustar la presión a las necesidades de la instalación cuando la red urbana no es adecuada.
Una válvula reductora de presión es un dispositivo que permite que la salida de la presión sea menor y siempre la misma que la que entra. Se emplea cuando la presión de la red es excesiva para los aparatos.
Para la construcción de una instalación de tuberías de agua se utilizan tuberías de cobre y plásticos principalmente. Cuando son tuberías para agua caliente deben tener un aislamiento térmico.
Los diámetros de las tuberías deben ser los adecuados para evitar averías como el golpe de ariete causado por la presión que se acumula al cerrar de golpe una llave.